Los primeros platos que se conocen datan de la cerámica prehistórica en Europa caracterizada por su barro que, por lo común es una pasta de color gris o negruzco o rojo ennegrecido sembrada de pequeños fragmentos de mica. Suelen llevar los productos de este tipo algunos dibujos, siempre de forma geométrica, unas veces pintados y otras, incisos con la uña o el punzón o impresos con molde sencillo. Entre los objetos de la Edad Neolítica, los hay con dibujos (siempre lineales o geométricos), trazados por incisiones hechas en la pasta negruzca y rellenas con otra blanquecina. Tal es la decoración que ostentan los famosos platos neolíticos de Ciempozuelos (Madrid) imitando a otros igualmente decorados en el Egipto prehistórico y en lo más primitivo de la civilización minoica o cretense, de donde acaso tomaran el modelo los primeros ceramistas hispanos
Composición en Vajilla
Una vajilla suele contar con los siguientes tipos de platos:
- Platos llanos.
- Platos hondos, para tomar cremas, sopas y otros platos de cuchara.
- Platos de postre, de menor diámetro que los anteriores utilizados para servir el postre.
- Platos de café, los más pequeños de los cuatro tipos, para servir con la taza del café.
Las vajillas más completas cuentan también con platos de consomé y de café que combinan con sus tazas y tazones correspondientes. La colocación de los platos en la mesa se hace de la siguiente manera. En primer lugar se colocan los bajoplatos o platos de decoración. Sobre ellos, se sitúan los platos llanos y sobre éstos, los platos hondos o platos de aperitivo, más pequeños que los anteriores. El platillo el pan se coloca a la derecha de éstos alineado con las copas.
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